domingo, febrero 19, 2006

Dolores Castro

Sue^o I
Me detuve a escuchar
el pausado y constante sonido
de un oleaje profundo
bajo mar y pleamar.

ajena hacia el ir y venir
de las olas que rompen
la delgada piel de la vejez.

Más allá de la alta marea
cuando se eleva hacia la luna
o de la baja marea
que se aleja,
yo me soñé feliz,
de toso a todo plena:

dueña de nada.


Dolores Castro.
Oleajes, 2003
Largo y frio es el sue^o de la piedra
Largo y frío es el sueño de la piedra.
Nada guardó del esplendor del fuego
su gris naturaleza.

¡Cómo me espanta lo que se apaga y queda!

Al rojo vivo, quieta,
bajo la noche de mis sentidos
prisionera,
sólo pido calor.

¡Cómo me espanta lo que se apaga y queda!
Dolores Castro