Granada 10
Poco falta para la boda y continúan con el ensayo de salsa. La pareja de novios, Raquel y Ángel, cansada pero entusiasmada baila al compás de la canción Te voy a matar a besos. En unas cuantas semanas han sido suficientes para haber aprendido el ritmo y la coreografía. Por si fuera poco al verlos, deseo ponerme al tono. Unas amigas me llevan a Granada 10, lugar utilizado también para funciones de cine y teatro. Los domingos son especiales de salsa. Bailo las primeras piezas pero al poco rato salen otras parejas y, después de observarlas, intento otros movimientos. Rotundo fracaso al principio. Vuelvo a intentar. Cada vez mejor pero, en honor a la verdad, prefiero admirar la destreza de brazos y piernas en movimiento de otros participantes. Varios de los presentes provienen de Puerto Rico, Colombia, Cuba u otras regiones de Latinoamérica. Como si hubieran abandonado su país para lucir sus dones por estos rumbos. Los españoles no se quedan atrás, y orgullosos de mostrar su gusto por esta música, compiten al tú por tú con algunos portentos. Sólo dos piezas bailadas y uno termina bañado en sudor. Merengue, salsa, cumbia y no sé cuanto ritmo y sabor latino. Sí, sí el tobillo destrozado. No me importa. El gusto nadie me lo quita.
4 Comments:
Es malísimo para la salud tanto deporte bailongo. Así la barriga cervecera, símbolo de realización masculina, se te va a resistir.
Lindo post.
No... pues así no va a querer regresar, Citoyen. Si hasta salseando anda por allá!!
Cuídese ese tobillo.
Besos.
Luis: Me ando cuidando, no te creas, de esa tentación.
Ivan: Post gracias :)
Lo-que-será: Me cuidaré ese tobillo. ;) De regresar a México, no quiero pensar en eso. Llegará la hora :(
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